Los buceadores que vivimos en Barcelona o alrededores mayoritariamente tenemos la idea que, para bucear, debemos subir al menos hasta la Costa del Maresme, en donde podremos hacer salidas en barco a barras de roca. Si deseamos hacer una inmersión desde costa, la idea general es que debemos buscar una playa en algún lugar de la Costa Brava.
Sin embargo, es posible practicar buceo en el litoral de la misma ciudad de Barcelona. Una de las opciones más interesantes es el buceo alrededor del Port Olimpic de Barcelona, que tiene una entrada al mar relativamente cómoda a través de la rampa del Centro Municipal de Vela y un centro de buceo prácticamente al pie de la rampa de entrada, Buceo Hispania. Por esta entrada al mar accedemos a una inmersión muy sencilla, con una profundidad máxima de unos 10 metros, en donde tenemos fondo arenoso y fondo rocoso y encontramos una vida marina que, si bien no es excepcional, sorprende por su situación en plena ciudad de Barcelona con todas las presiones antrópicas que ésta conlleva.
La inmersión
Recorrido de la inmersión más habitual
La inmersión empieza por la rampa, con una anchura muy cómoda y orientada al noroeste. Las precauciones que conviene tomar son no resbalar sobre la alfombra de algas que se forma a menudo y prestar atención a la gran cantidad de pequeñas embarcaciones de vela y kayaks, procedente del CMV, que es el principal usuario de esta rampa. Una vez en el agua tenemos una profundidad de solo 2 metros sobre rocas, lo mejor es nadar por superficie en dirección noreste hasta que el espigón cae abruptamente unos 6 metros hacia la arena, la zona más idónea para, ahora sí, sumergirse. Una vez bajo el agua, el recorrido es prácticamente una ida y vuelta por el mismo camino, durante la ida, iremos resiguiendo la interfase entre la arena y las rocas, quedando estas últimas a nuestra derecha durante el camino de ida. Al hacer este recorrido daremos la vuelta y recorreremos un pequeño espigón que sobresale hacia el lado noreste con un pequeño dique aislado.
Al terminar de recorrer este espigón, llegaremos a la pared noreste del puerto, en donde se termina el espigón conformado por rocas y nos topamos con una pared artificial totalmente vertical que llega hasta unos 7-8 metros de profundidad y un conjunto de grandes bloques de hormigón dispuestos a veces de forma algo irregular sobre el lecho marino, conformando paisaje peculiar. Se continua el recorrido, teniendo ahora a nuestra derecha la pared, navegando sobre los bloques y con el fondo arenoso de 9 metros a la izquierda, no se tarda mucho en llegar a una vuelta en ángulo recto a la derecha, continuando la pared. Estaremos entonces recorriendo la larga pared sureste del puerto, con un paisaje similar, pared a nuestra derecha y grandes bloques por debajo, a la izquierda la arena se mezcla con varias rocas y algún trozo de chatarra.
Podemos continuar hasta que llegue el momento de dar media vuelta, o se puede tomar un recorrido alternativo, que es navegar por la arena en dirección sureste hasta llegar a un dique sumergido perpendicular a toda la pared del puerto, teniendo también que dar media vuelta y deshacer el camino. En principio no hay riesgo de topar con las embarcaciones que entran y salen por la bocana, pues esta se encuentra a más de 400 metros y la pared del puerto y el dique sumergido convergen, creando una especie de culo de saco.
La vida marina es variada por la combinación de roca y arena, pero algo limitada, sobretodo por la poca profundidad del lugar. Es posible observar alrededor de los espigones bancos de castañuelas, obladas y bogas, además de algunos roncadores y salpas, junto con pequeños grupos de sargos y doncellas e incluso algunas doradas.

Felimare picta por Albert Francisco
En las propias rocas es posible observar gran cantidad de blénidos y góbidos, algunos opistobranquios, como Felimare picta, muy frecuente en la pared noreste, o liebres de mar, además de pulpos y escórporas. Si observamos dentro de las oquedades de las rocas y los bloques es posible sorprender a algún pequeño mero oculto en ellas. En las zonas arenosas, en cambio, es fácil ver salmonetes y góbidos de arena, además de algún pez lagarto o algún lenguado y con suerte algún torpedo enterrado, los cuales a veces se pueden ver escondidos entre los bloques de hormigón.
Este lugar puede ofrecer buenas inmersiones nocturnas, especialmente sobre las zonas arenosas, que de noche se vuelven más interesantes. Sobre la arena se puede avistar cefalópodos cazando fuera de sus escondites, los ya mencionados torpedos, más activos y fáciles de ver por la noche, además de animales menos habituales como langostinos (Melicertus kerathurus) enterrados o ejemplares de Ariosoma balearicum nadando tranquilamente sobre la arena, que procederán a enterrarse en la arena por su parte trasera si son molestados excesivamente. De forma excepcional, en este lugar y en verano se ha avistado a alguna milana nadando por la playa y la zona de inmersión.
Lamentablemente, uno de los aspectos negativos del lugar es la más que previsible presencia de basura y suciedad, que en algunas oquedades de las rocas llegan a formar considerables y antiestéticas acumulaciones. Esto nos permite observar de primera mano cómo gran parte de la basura y los plásticos que utilizamos en nuestro día a día terminan en el mar, degradando la calidad del entorno y la experiencia visual, siendo el buceo en Barcelona una forma de concienciar al público interesado en bucear los efectos de este grave problema.
Otro aspecto a tener en cuenta es el hecho que el fondo sedimentario hace que la visibilidad generalmente no sea buena, oscilando generalmente entre los 5 y los 10 metros, pero que puede reducirse hasta hacer el buceo casi impracticable en días de mucho oleaje o tras el paso de temporales costeros. No obstante, al ser un recorrido bastante definido y marcado por las rocas y la arena, junto con la posibilidad de emerger en la cercana superficie, no hay peligros serios de desorientarse.
La inmersión en el Port Olímpic es muy sencilla, pero que puede resultar muy práctica para quienes viven en Barcelona o en sus cercanías y quieren disponer de una alternativa de buceo que no implique realizar un desplazamiento largo. Muchos buceadores pueden sorprenderse debido a la cantidad de vida que pueden llegar a avistar en una zona que muchos considerarían que no merece en absoluto la pena. Es interesante para buceadores principiantes y los buceadores y fotógrafos aficionados a la vida macro disfrutarán especialmente si saben buscar la vida pequeña, con paciencia y dedicando el tiempo debido, algo a lo que la poca profundidad y el bajo consumo de aire derivado ayudan mucho.
Fotos
Citar este artículo como:
Francisco, A. (2019) "Buceo en el Port Olímpic de Barcelona," en VIMAR-Vida Marina, publicado el 02/02/2019, accedido el 28/05/2023 en (https://vidamarina.info/?p=896).